En los años ochenta una campaña contra el sexismo realizada por el Instituto de la Mujer, utilizó la imagen de una niña con una batuta en la mano. Más de treinta años después, parece que el podio de una orquesta es un escalón que a las mujeres les cuesta subir.

La profesión de directora de orquesta es una de las ultimas alcanzadas por las mujeres (no hay cifras oficiales pero los cálculos arrojan una irrisoria proporción de una mujer por cada 10 directores de orquesta) Una profesión donde lo teórico y la formación resultan esenciales y es aparentemente accesible a hombres y mujeres, pero cuya parte práctica implica, nada más y nada menos, que la conducción de grupos humanos mayoritariamente masculinos.

La cultura patriarcal nos ha enseñado que las ordenes las dan los hombres, que ellos son los que dirigen e imprimen personalidad al resto de los músicos y músicas (también pocas) Ellos son los que marcan el ritmo, los que coordinan las distintas secciones instrumentales. Hasta hace muy, muy poco, el podio les ha pertenecido y con él, la potestad para hacer que sus órdenes son ejecutadas por el resto.

Los liderazgos femeninos no están aún muy consolidados dentro del mundo de la dirección de orquesta, el hecho de que se haga hincapié en que sea una mujer la que ocupe un determinado puesto, más que en la consecución del logro profesional en sí mismo evidencia que la cuestión del género aún no está superada y que aún hay mucho trabajo por hacer. Un ejemplo muy claro es una de las citas por excelencia con la música: en el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena (una orquesta que admitió  su primer miembro de pleno derecho en 1997) nunca el podio ha sido ocupado por una mujer.  En España, el estudio Género Sinfónico, llevado a cabo en 2011 por el grupo de Investigación MUSYCA, reveló que apenas el 30% de los integrantes y el porcentaje desciende vertiginosamente en las posiciones de alta responsabilidad

La historia de las mujeres directoras de orquesta es reciente y  se remonta a muy pocos años atrás.  Es un verdadero reto llegar a dirigir una orquesta sinfónica siendo mujer y por ello su número es tan corto como su historia; la mayoría son completas desconocidas, cuesta verlas en los escenarios y cuesta encontrarlas en las redes y existe poca a muy poca información sobre ellas

1. Natalia Salinas. Es una de las más prominentes directoras de orquesta jóvenes en Argentina. Se destaca por su versatilidad en la selección e interpretación de repertorios poco frecuentes, ofreciendo programas de conciertos dinámicos e innovadores con un especial interés en la difusión de la música sinfónica argentina y latinoamericana.

2. Inma Shara: Ha dirigido las orquestas sinfónicas españolas más importantes y algunos de sus compromisos más recientes incluyen colaboraciones con algunas de las mejores orquestas del mundo como; la London Philharmonic Orchestra, Filarmónica de Israel además de otras como las Orquestas; Sinfónica Nacional Checa, Sinfónica Nacional Rusa, London Royal Philharmonic, Sinfónica de Roma, Orquesta Sinfónica Nacional de Taiwan, Sinfónica de Milán, Orquesta de la Suisse Romande (Suiza), Sinfónica Nacional de Letonia, Orquesta Sinfónica del Teatro Reggio de Parma, Orquesta del Teatro Carlo Felice, Sinfónica Nacional de Ucrania así como la de Bielorrusia entre otras muchas….. igualmente ha colaborado con solistas de gran talla internacional como; Mischa Maisky, Boris Berezovsky o Shlomo Mintz, entre otros.

3. Ligia Amadio. Brasileña, en enero de 2017, fue la primera mujer en ocupar la dirección de la Orquesta Filarmónica de Montevideo. También ha dirigido la Orquesta Universidad Nacional de Cuyo, en Mendoza (Argentina), la Orquesta Filarmónica de Bogotá y la Orquesta Nacional de Brasil.

4. Mirga Grazinyte-Tyla. Lituana. Directora musical de la Ciudad de Birmingham Symphony Orchestra desde septiembre de 2016, dueña de una enorme energía rítmica y visión imaginativa que aporta a todo lo que toca, es una de las directoras jóvenes con más talento del mundo.

5. Marin Alsop. Una de las directoras de orquesta más veteranas, Alsop ha sido directora de música del Festival de Música Contemporánea Cabrillo en Santa Cruz, California, desde 1992. De 1993 a 2005, fue la directora principal y musical de la Orquesta Sinfónica del Colorado. Alsop también ha desempeñado el puesto de directora musical del Eugene Symphony en Eugene, Oregón. Fue directora asociada de la Sinfónica de Richmond en Richmond, Virginia, de 1988 a 1990. El 20 de septiembre de 2005, se convirtió en la primera directora en recibir una Beca MacArthur.