La fotografía y el activismo feminista. Otra mirada sobre la mujer.
Las mujeres fotógrafas están redefiniendo el arte. Han diseñado nuevas formas de representar la realidad a través de sus lentes y con su actitud detrás de la cámara, han aceptado y están superando el reto de desconectar a la mujer de su tradicional rol frente al objetivo. Son mujeres que miran a otras mujeres desde la libertad que aporta un nuevo modo de ver, dejar de ser observadas para observar. Disparan y captan y rompen con el paradigma de la pasividad de la mujer al otro lado del objetivo, dotando a sus protagonistas de entidad mostrando sus problemas, una sociedad que no les gusta o una vivencia personal.
Introducen en sus prácticas artísticas asuntos que resultan incómodos, cuando no tabúes, como la sexualidad, el cuerpo femenino no normativo, el embarazo o la maternidad. Plantan cara a la domesticidad opresora y la violencia de la que eran víctimas, tanto a nivel físico como simbólico y muestran a una mujer segura, libre y empoderada a ambos lados de objetivo.
Atrás queda ya la mirada femenina, oculta y silenciada, que hoy, de la mano de las mujeres fotógrafas, da un paso adelante. Una mirada que habla en términos de diversidad, respeto e inclusión.
Una fotógrafa comprometida con la imagen de la mujer en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Su trayectoria está asociada a la defensa del desnudo femenino, como herramienta de empoderamiento y como medio a través del cual pretende elevar a la mujer en la fotografía y el arte en general, a la condición de sujeto, donde la mujer crea la imagen de si misma y no como hasta ahora ha venido siendo, representada a través de los ojos del hombre, relegándola a ser mero objeto a observar y contemplar.
El trabajo de Ana gira en torno a la idea del descubrimiento y a la evolución, tanto física como psicológica, a los cambios que nos llevan a convertirnos en quienes somos. En ellos hay desnudez explícita, la de un cuerpo desprovisto de ropa, e implícita, la de una persona que se descubre metafóricamente ante el objetivo.
Maria defiende que el cuerpo es nuestro mejor compañero de vida, nos da placer, nos acompaña, nos invita a disfrutar con todos los sentidos, por lo que tenemos que amarlo y cuidarlo. María ha reflexionado durante mucho tiempo sobre la obsesión por la perfección, que atiende a la obediencia del patriarcado. Defiende con su obra, que tenemos que perdonar a nuestro cuerpo, aceptarlo y quererlo tal y como es.
Licenciada en Bellas Artes, descubre la fotografía como una nueva forma de mirar a la realidad y «un espacio en el que podía hacer cualquier cosa. Además, descubrí que toda nuestra memoria y nuestra realidad está basada en fotografías». Empezó a experimentar con la realidad y es esta experimentación la que hace que vean la luz sus mujeres que levitan y muestran un mundo etéreo. Actualmente ha abandonado la fotografía para experimentar en el mundo de los videojuegos.
Josefina Baridón se ha dedicado a fotografiar la lucha feminista en Argentina, empezando en los Encuentros Nacionales de Mujeres, a los que asiste hace diez años, la marcha Ni Una Menos, Marcha del Orgullo LGBT y el 8 de Marzo. Con este recorrido expuso la muestra “Transpiradxs” en el año 2017.
También se encuentra realizando un proyecto denominado “Las amazonas” surgido en el año 2017, a partir de la manifestación que se llamó “Tetazo” en Argentina, donde las mujeres salieron a las calles con el torso desnudo. “Las amazonas” es una serie fotográfica que busca cuestionar los diversos tipos de corporalidades y hablar del cuerpo como territorio propio.
Fuentes